La Asamblea Municipal de Lisboa (AML) aprobó recientemente el Plan de Accesibilidad Peatonal, una iniciativa que prevé aplicar 100 medidas de aquí hasta 2017 que facilitarán la movilidad en la capital del país luso. Algunas de estas medidas consisten en la creación de más calzadas, ciclovías y el descenso de algunos paseos. Sin embargo, una de las estrategias ha generado cierta polémica, pues implica retirar un ícono patrimonial de Lisboa: el empedrado portugués.
El Plan de accesibilidad ya aprobado prevé que sea retirado el empedrado portugués en las "zonas donde represente un peligro", ya que dificulta el desplazamiento de las personas mayores y con movilidad reducida.
Esta medida cuenta con opositores y fue descrita por la Asociación de la Defensa del Patrimonio de Lisboa como "inaceptable". La asociación ya anunció que creará un petitorio para impedir la implementación de esta medida.